domingo, 13 de septiembre de 2015

"Escritos de una mente perturbada"

Hace tres días...
¡sí! hace tres días mi mente divaga.
Acaso estoy entrando a un punto
donde la locura me llama.
La locura...

Este es el breve sentir
de una mujer de cuarto de siglo
que no puede pronunciar palabra alguna.

Mi cuerpo como es costumbre habla por mi,
hace resonar mis huesos,
aumenta la temperatura,
los músculos se atrofian,
adquieren peso al levantarme.
Signos de una depresión
que sin razón me quiere envolver.

Daré batalla a puño limpio
a algo que explico como carga genética;
esa maldita carga genética que te ataca
y si no estas preparada te hunde.
Agradezco la objetividad
el conocimiento de cada parte de mi cuerpo.
Agradezco que pueda reconocer
aquello que aveces por ignorancia
no se pueda vencer.

Hoy me puse a pensar
en todos los sueños que aún me falta lograr;
las razones que a una la hacen avanzar,
ya sean intrínsecas o ajenas a mí,
¡da igual!.
Recordé que existe tiempo para todo;
especialmente para aquello que amo;
el arte aunque no es cosa de todos los días,
es aquello que me alivia
cuando es estados así me encuentro;
el pintar, el dibujar, el escribir;
todo lo que implique crear.
Especialmente escribir.

Dejo volar de mi este sentimiento
que me quiere envolver como el incienso
que enciendo para disfrutar su aroma.
así lo disfruto, porque sé que es pasajero,
porque sé que se pierde en el infinito cielo.
Lo dejo volar, una sonrisa se dibuja
mientras veo consumirse el incienso.

Elpis




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