Aquí se retrata la historia
del holocausto de mis sueños.
Sin carroza fúnebre
va alejándose el cuerpo putrefacto de mis fantasías
He dejado de parir por
los abortos de esperanza
que el mundo en el que vivo me encasilló.
Infértil,
con vida sin estarlo,
anclada en la desdicha
sumergida en las profundidades de la melancolía
Rastro de luz sin avizorar
Cubierta de las ropas arrancadas
por aquel infame
Sus manos arqueadas y avejentadas
aún se ven sobre las alas abiertas
de aquella mariposa agonizante
que nacía
Su mirada fija en el silencio
de la prisión de cemento
y los gritos de mi mente
a un paso a la locura
son los alimentos diarios para tal digestión
Recuerdo...
ya han pasado 20 años,
y el crucifico que me acompañaba
no aplaco los demonios que su ser poseía
Recuerdo...
no existe terapia alguna
que me haga olvidarlo
La muerte en una esquina
del mismo lecho
se niega en socorrerme .
Mi mutismo no me ayuda
miró con ternura,
voltea y se aleja con un lento andar.
ELPIS
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