Hoy profeso el discurso de mi dualidad,
confrontación inédita de mi moral y mi exhibicionismo;
solo atinan a culparse una a la otra
más yo atónita tengo que quedar.
Eximo de toda pena a mi cuerpo,
preso del dolor y soledad;
angustiado por querer ser devorado,
amor es el nombre del ser por el que quiere ser tragado.
Mi moral no esta marchita;
mi pudor yace moribundo;
no temo parecer de otro mundo,
aunque el rechazo caiga cada segundo.
Me enfrento a mi misma ante un espejo sin reflejo,
lo rebelde y sin tapujos
lo obediente y mesurado
ambos están a mi lado.
Soy el eclipse de una llevando a la otra en agonía,
sin discriminar el momento o el día;
todo ha terminado;
en una tregua corta mi dualidad a desembarcado.
ELPIS
14-01-2015
Es la segunda vez que entro a su blog y me encuentro con este escrito suyo.
ResponderBorrarMe agradó mucho poder leerla de otra forma, espero esto perdure en el tiempo, siga escribiendo cómo lo viene haciendo.
P.D. Yo aún tengo una resma a cuestas esperando ser transcrita :S
Atte. Yop!!!